viernes, 19 de octubre de 2012

Experiencias de un verano inquieto. Reapertura.

Meses ha que no publicaba nada nuevo y mucha gente me pidió que volviese a escribir. Poco a poco el blog fue cobrando interés y popularidad. En varios momentos llegué a sorprenderme cuando algunas personas me comentaban que habían leído mis entradas y les habían encantado, gente que nunca pensé que pudiese llegar a hacerlo o que nunca habría oído hablar de este espacio que con todos comparto. Me congratulo por ellos y agradezco ese apoyo.

Diversos son los motivos por los que tanto tiempo he pasado sin publicar nada (ya comunico de antemano que este año va a ser muy difícil, sobre todo por falta de tiempo): tuve que enfrentarme a los exámenes finales, mi verano pasó con una maleta a cuestas los dos meses y segundo de bachiller me parece un curso al que es necesario dedicar el máximo tiempo posible.

Este verano que nos ha dejado hace bien poco me ha parecido el más productivo y provechoso de mi vida. He conocido gente estupenda, me he fortalecido y he mejorado increíblemente como persona. La mentalidad del esfuerzo y del trabajo cada vez están más arraigadas en mi interior, debido en gran parte a mi éxito académico recogido el pasado curso. Bien he descubierto que quien trabaja recoge sus frutos, frutos que son para toda la vida y que te acercan cada vez más a tus metas, guiado por un cosquilleo de estómago a quien muchos llaman "vocación".

Ahora he llegado apenas unos minutos atrás de Cantabria; un viaje organizado por el instituto para participar en el programa de "Rutas Científicas". La aventura ha sido bonita, he fortalecido mis vínculos de amistad con aquellas personas cercanas y, al igual que ocurre en esta vida, he aprendido muchísimo, en este caso de la disciplina científica y de la cultura, geografía y naturaleza de esta preciosa región del norte español.

Mañana por la mañana, pasado, el resto de la semana y durante todo el curso hasta llegar a junio, donde se encuentra la temida selectividad, me esperan largas horas de estudio que sin duda considero bien invertidas al acercarme día a día, paso a paso, ejercicio a ejercicio o epígrafe a epígrafe a la que considero mi mayor meta en la vida: la formación como futuro médico. Espero que el próximo verano mis impresiones sean aún mejor que las actuales.

La reflexión y el pensamiento siguen acompañándome allá donde me encuentro, pero como ya he dicho, son malos momentos para invertir el tiempo en algo que no sea el estudio. Con esta entrada pretendía hacer ver a todos que sigo acordandome del blog, que no está parado ni mucho menos y que volverá lo bueno, como todo vuelve, tarde o temprano, en mayor o menor cantidad.

Un saludo a todos.